Un día un buen hombre que quizás conozco bien me hablo de la amistad una amistad que trasciende que ama y entrega...Una amistad que no se perdía sino que se encontraba, una que a pesar del tiempo y la distancia formaba lazos mas fuertes con cada encuentro y aquella promesa de que si alguno quería la amistad continuaba como si quizás el solo sentir la hiciera finita eterna e inefable tan creíble como si el alma jamás se hubiera alejado y la distancia tan solo fuera una excusa para amarse mas...Tan lejos pero con una mirada de complicidad uno que pacta que sella abraza consuela espera y perdona me cuesta decir que cuando dos quieren seguir es mas sencillo pero siempre el que mas sufre es el que a un desea continuar mientras que el otro se a cansado ya.
Misteriosamente como milagro a un espero como el otoño espera de nuevo la primavera
Como las hojas el rocío del agua que anuncien tu llegada…Escondida en el murmullo del viento ansío que vuelvas a mi…Verte llegar al valle mientras te espero como si quizás todo hubiera sido un mal sueño; pero si no despierto y se que te has ido me alegrare por que aunque el invierto se lleve tu mirada la brisa me traerá hermosos recuerdos para jamás borrarte de mi memoria…Se que no te has marchado del todo
Ni el tren a dejado la estación; se que volverás y allí estaré con mis ojos viejos, mi pelo enblanquesido hablando de ti como si hubiera sido ayer…Y cuando te vea llegar y bajar de aquel vagón se que la espera valió la pena y a un así me marchare en paz por que el invierno se marcho y por fin llego la tan anhelada finita he inexplicable primavera.